La ortodoncia es la especialidad encargada de restablecer o lograr el equilibrio entre los dientes, huesos, músculos, articulaciones y encías, mediante el establecimiento de una correcta relación interoclusal o mordida. A su vez se logra o recupera un buen sentido de autoestima, lo cual es esencial para la proyección del individuo en la sociedad.
Una mala mordida puede obedecer a una influencia genética, congénita, al establecimiento de malos hábitos, a la presencia de una patología, o a una conjunción de todos estos factores. Esta condición puede generar alteraciones físicas ( caries, gingivitis, cefaleas, dolores de cuello u oido, dolores mandibulares, alteraciones del sueño, problemas de columna vertebral) y alteraciones sicológicas (baja autoestima, complejos, discriminación).
No existen límites en cuanto a la edad para la realización de tratamientos de ortodoncia. Estos se pueden realizar a temprana edad de manera Preventiva (evitando que se genere un problema en la olcusión) y de manera Interceptiva (cuando el problema ya se ha iniciado, pero no ha alcanzado su máxima expresión). Una vez establecido un problema en la mordida y en la posición de los dientes, este se podrá tratar en cualquier época de la vida, pero responderá mejor y más rápido si se hace a edades tempranas.
Se han desarrollado técnicas y alternativas de tratamiento que han logrado que la aparatología ortodóntica pase prácticamente desapercibida, tal es el caso de la ortodoncia lingual o de los frenillos de porcelana o cerámica.
